Pedro Galdón.- A causa del desbordamiento del río Cojedes en aquellos parajes por los fuertes aguaceros de los últimos días y los daños producidos por este a las viviendas y los sembradíos colindantes al mismo, habitantes del sector La Arenera del municipio San Rafael de Onoto solicitaron a las autoridades gubernamentales que draguen y canalicen el mentado cuerpo de agua, para disminuir el riesgo de que acaezcan más inundaciones por el incremento de su caudal y eludir otras desgracias en el futuro.
Una de las residentes del sector declaró que los aluviones son un problema latente y recurrente de grandes dimensiones con el que tienen que lidiar las personas que hacen vida en sus orillas durante las temporadas lluviosas, cuya resolución, solicitada por ellos en varias ocasiones, se ha postergado durante varios años por parte de los gobiernos municipal y regional.
Dijo que, en una reunión concertada con la comunidad por motivo de las lluvias, y en respuesta a las inquietudes de miembros de la misma con relación al dragado y a la necesidad de canalizar el río a causa de las inundaciones, las autoridades municipales aseveraron que el cuerpo de agua debía ser ahondado en dos áreas para evitarlas, mas, no tienen los recursos requeridos para llevar a cabo tal tarea y que la dragadora de la Gobernación del Estado Portuguesa que podría ser usada para ello no está disponible.
Sostuvo que los funcionarios solamente se restringieron a darles una serie de medidas preventivas y a exhortarlos a aplicarlas en caso de anegamientos, y terminaron “politizando” el evento y haciendo “más de lo mismo”.
La declarante manifestó que el gobierno municipal no ha buscado soluciones ni ha brindado una respuesta a este problema para ayudar a los campesinos que viven y/o cultivan a las orillas del río —algunos de los cuales perdieron sus ranchos en años anteriores—, a pesar de los beneficios que el río le ha proporcionado al Estado.
Por lo tanto, la ciudadana exhortó a la municipalidad y a la gobernación a que atiendan las solicitudes de canalización y dragado del río Cojedes hechas por su vecindad, enviando la maquinaria necesaria para ello; y, además, a que restauren la cercana presa Saopin.
